En multitud de ocasiones solo hace falta abrir un poco la boca para que puedan ubicar tu origen. Si eres argentino, francés, gallego, madrileño, etc se te reconocerá gracias al acento a la hora de hablar. En una misma región podremos diferenciar acentos, granadinos, jiennenses…pero ¿qué pasa con las ciudades como Alcalá la Real, ciudades en una frontera histórica?pues que se complica con el acento de frontera.
Desde siempre he conocido a gente que ha intentado buscar mi origen por las primeras palabras que me hayan escuchado. Si hablamos de generalidad, es sencillo, soy andaluza y aunque haya vivido por bastante tiempo fuera de mi tierra, nunca he perdido el acento que destaca fácilmente ante una persona de Cantabria, o de Valladolid. Lo complicado es afinar más. Buscar de qué parte de Andalucía es mi forma de pronunciar las palabras. Y es curioso porque algunos han apostado por Córdoba, algunos por Jaén, y los que menos, Granada.
Pero por qué me parece curioso, porque a la hora de intentarlo, siempre hablan de las provincias que me rodean, prueban con algún pueblo, y algunos aciertan con Jaén, pero siempre con alguna inseguridad. Jaén, tierra de ronquido, tiene una pronunciación más marcada de la “jota” por ejemplo, cosa que en Alcalá la suavizamos hasta hacerla casi desaparecer, a veces más caribeña que jienense. Por otro lado, con Córdoba tenemos un característico seseo más usado por los mayores eso sí, pero que nos aúna a esta provincia tan cercana. Y por último, las finalizaciones cariñosas de algunas palabras, nos acercan a la Andalucía oriental, y con ello a Granada.
Y es que Alcalá la Real, fue frontera durante mucho tiempo, y eso pudo propiciar que nuestro acento, esa marca de la casa característica de cada pueblo, e igualmente su vocabulario, sean diferentes a las poblaciones cercanas.
Algo que nos deja marcados, y que nos recuerda que una vez, entre toda la marabunta que nos rodeaba, tomamos de todas las poblaciones, y aprendimos y crecimos siendo nexo de unión de regiones. Algo que hoy en día nos ha dejado un acento de frontera.