En el sur de Córdoba, y lindando con la Sierra Sur de Jaén, existe un parque natural muy especial, el de las Sierras Subbéticas. ¿Por qué puede ser tan especial? Porque se trata de un parque con endemismos como el Narciso buggei, o con lugares tan especiales como el jardín de Enrique Triano, un querido botánico del lugar, y además y no es para menos por su geología.
Tanto es así, que además de Parque Natural, las Sierras Subbéticas tienen el título de Geoparque, una figura de protección que no es moco de pavo. Entre lo más llamativo, su geología, ha hecho que esta zona sea protegida para salvaguardar entre otras cosas este paisaje kárstico con diferentes elementos de la zona como una sima, una espectacular cueva (la cueva de los Murciélagos) y también la zona que nos ocupa hoy: la Nava de Cabra.
Comenzamos el camino a las faldas de la ermita de la Virgen de la Sierra en el Picacho. De comienzo será en bajada pero pronto nos daremos cuenta que el camino nos lleva por una depresión llana rodeada de montañas, se trata de un poljé una formación de origen kárstico y que nos hará que el camino sea sencillo y apto para toda la familia. Durante el camino nos podremos encontrar un paisaje muy diferente dependiendo de si ha llovido o no. En la llanura, al contar con materiales arcillosos, cuando llueve con cierta intensidad, aparece un arroyo que lo inunda todo a su vez de las plantas que florecerán a su lado.
Y es curioso el fin de este agua de arroyo, y es que una gran parte desaparecerá de forma abrupta pues en su camino se encontrará un pónor, una especie de alcantarilla que se forma por la acción del agua sobre la piedra caliza, que la horada hasta crear este agujero, que hará que el agua superficial, pase a ser subterránea.
Continuando el camino, podremos viajar en el tiempo gracias a los restos de unos animales que no entran en el imaginario humano, los ammonites, animales prehistóricos que vivían en el desaparecido mar de Tetis y que hoy nos indican con sus fósiles su presencia.
Y aunque no es el final de la ruta, lo vamos a dejar por aquí, lo vamos a dejar mejor dicho, en las Chorreras de Cabra. Este es el lugar que más visitas recibe ya que está en el medio de un recorrido de 10km aproximadamente en total, y que tiene unas cascadas que cuando baja el agua, no hay que perder.
Eso sí, aunque el camino es sencillo hay que tener en cuenta varias cosas: