CASCO HISTÓRICO DE ALCALÁ LA REAL

Vamos a imaginar que preparamos un viaje cultural, queremos visitar un pueblo que tenga un poco de todo y damos con Alcalá la Real y ahora toca ver qué se puede hacer allí seguramente ya sepamos que se pueden hacer rutas de naturaleza, visitar la fortaleza de la Mota, pero además podemos tomarnos un tiempo para disfrutar del resto de la ciudad y ver su casco histórico.

 

 

¿Qué tal si nuestro viaje lo empezamos como en los orígenes? Empezamos por fortaleza de la Mota hacia abajo, bajando hacia el pueblo actual tal y como se hizo hace ya más de 500 años. La calle Real nos llevará de forma directa hacia la iglesia más grande del pueblo, la iglesia de Consolación, frente a la cual se encuentra la conocida “fuente de la mora”. Desde allí y hacia la derecha se encuentra la carrera de las Mercedes. Nombre que le fue dado por ser el camino que llevaba a la iglesia donde se encuentra la patrona del pueblo, la virgen de las Mercedes.

 

Fuente de la Mora e iglesia de Consolación de Alcalá la Real

carrera de las mercedes

En esta calle si caminamos mirando a nuestro alrededor, veremos edificios de carácter modernista y bastante llamativos.  Y unas importantes notas de color dadas por los edificios más antiguos como el convento de las Dominicas o el Palacio Abacial

Palacio Abacial, sede del museo arqueológico del pueblo

Paralelo a la calle, encontraremos también la plaza del ayuntamiento, con una escultura dedicada a nuestro alcalaíno ilustre Juan Martinez Montañés.

 

al final del llanillo

Para finalizar la calle, encontraremos el Pilar de los Álamos, una construcción que en su día marcaba el final (o inicio) de una antigua Alcalá la Real que daba sus primeros pasos a la ciudad que conocemos actualmente.

Pilar de los Álamos

Actualmente nuestra ciudad se extiende más allá encontrando una ciudad nueva con comercios y lugares para disfrutar como el paseo de los Álamos. Hoy en día se concentran en este lugar sus habitantes para dar un respiro tras un día de trabajo o disfrutar viendo a los peques jugando en su parque.

 

 

Paseo de los Álamos

En definitiva, Alcalá la Real tiene un pasado histórico y cultural que no se encuentra sólo en la Mota, si no también en sus calles. Un casco histórico en el que la leyenda también está presente, y en el que el cambio y la evolución de la ciudad son más palpables. 

Personalmente me parece un lugar digno de visitar con calma, de recorrer sus calles, de tomarse un respiro en el paseo y de disfrutar del ritmo más o menos pausado que aún se puede vivir en un pueblo de este tamaño. Es todo un complemento a nuestra visita a la fortaleza. Y a ti, ¿te apetece venir?

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